CAUSAS: Se trata de una nave entre medianeras con una superficie de unos 3.000m construida en los años 70 aunque se realizaron reformas para el desarrollo de la actividad, en este caso almacén mayorista de productos.
Sobre la cubierta original de fibrocemento se instaló otra de chapa prelacada sobre rastreles metálicos para no tener que desmontar la de fibrocemento. La nave se distribuye en tres zonas, una en la fachada norte para expedición de mercancías, otra, que es la que resultó principalmente afectada por este siniestro (en la que se originó el siniestro) que se destina a acopio de productos con menores requisitos de temperatura y control y con una superficie de 700 m2; y una tercera, donde están la mayoría de productos, con una extensión de 1.000 m2.
El siniestro en cuestión, un incendio, se originó en la nave colindante que resultó totalmente destruida a consecuencia de unos trabajos de soldadura que se realizaban en dichas naves.
DAÑOS: Los daños a la nave que nos ocupa este caso, solo se limitaron a la zona de colindante en la medianera y cubierta. El falso techo de alumisol se desprendió y también se derritieron los lucernarios de poliéster.
SE PUDO EVITAR: En este caso concreto la causa se podría haber evitado si ante cualquier trabajo de soldadura se solicita a la empresa que vaya a realizar los mimos los permisos de fuego y el protocolo de corte y soldadura. Es importante valorar la franquicia que se da para los daños por corte/soldadura y muy importante recordar que hay condicionados que establecen que el siniestro no está cubierto si sobreviene un daño a consecuencia de corte o una soldadura y no está firmado el protocolo que tienen las aseguradoras para tal efecto.
En este caso también es de destacar la importancia de contar con material lo más resistente al fuego y evitar materiales como las láminas de prelacado (nivel GP2 de volatilidad).
